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La lubricación es un proceso fundamental en los equipos. No en vano, muchas de las averías en los sistemas de transmisión tienen su origen en un uso inadecuado de los lubricantes. Por eso es tan aconsejable cambiar el aceite de transmisión periódicamente.
La utilización de tu vehículo en marchas lentas urbanas (caravanas), el exceso de carga como conducir arrastrando un remolque o el continuo esfuerzo en subidas puede alterar prematuramente los componentes del aceite y por consiguiente afectar en la lubricación del cambio.
¿Por qué es aconsejable cambiar el aceite de trasmisión periódicamente?
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta tiene que ver con el cambio y el control en la cantidad de llenado del aceite de la transmisión (ATF). La cantidad, en este sentido, debe ser lo más exacta posible para evitar problemas y averías en componentes tan esenciales como las válvulas de mando, el selector o la caja de cambios.
¿Cuáles son los principales síntomas de fallo en las cajas automáticas?
- Tirones.
- Vibraciones.
- Bajada de potencia.
- Fuertes aceleraciones para iniciar la marcha.
- Cambios rápidos o lentos de marcha.
Todos los anteriores son síntomas que indican un mal funcionamiento y una futura rotura de la caja de cambio.
Asimismo, también debemos tener muy en cuenta los siguientes aspectos para evitar una baja presión:
- Nivel y envejecimiento del aceite.
- Fluidez del filtro.
- Nivel de propiedades del aceite ATF.
El mantenimiento adecuado de la caja de cambios es, por tanto, fundamental para evitar y prevenir cualquiera de los problemas anteriores.
¿Cómo darse cuenta de que la transmisión necesita un cambio de aceite?
Algunos de los principales indicativos de que es hora de cambiar el aceite lubricante son:
- El cambio de marcha se realiza de modo mucho más lento (seguridad y comodidad reducidas).
- Las RPM caen unas 2.000 en lugar de unas 500 al subir de marcha.
- Recuperar el régimen óptimo (por ejemplo, las 2.500 o 3.000 rpm) hace que sea más incómodo de conducir y, a su vez, hace también que se incremente el consumo de carburante.
Al cambiar el aceite de transmisión, podrás comprobar que el sistema de transmisión trabaja y se mueve de forma mucho más suave. De ahí la necesidad de sustituir el líquido si este ha perdido sus propiedades por el paso del tiempo, el uso excesivo o la conducción extrema.
De no cambiar el aceite de transmisión, estarás exponiendo este sistema a los riesgos de alguna posible avería ante un uso inadecuado.
Por supuesto, a la hora de adquirir tu aceite lubricante, debes comprar solo producto de la máxima calidad.